viernes, 27 de febrero de 2015

El “toro” puede con el “león”


Por Adiran Gómez (@Adiran_Gómez3)

El Torino se ha llevado la eliminatoria tras imponerse 2-3 en San Mamés en un partido marcado por el gran acierto de los italianos. El Athletic que fue siempre por debajo en el partido, logró empatar en dos ocasiones. Pero la alegría de sendos empates les iba a durar muy poco, puesto que, el “toro”, se volvería a adelantar escasos minutos después. 

El partido estuvo marcado por la errónea disposición táctica de Ernesto Valverde. El “txingurri” inició el partido calcando el esquema de los italianos, 5-3-2, con Etxeita, Gurpegui y Laporte como centrales, Iraola y De Marcos en los laterales, San José, Mikel Rico y Beñat en el centro del campo y arriba con Aduriz y Muniaín. Los bilbaínos en todo momento se mostraron incómodos con una alineación a la que no están acostumbrados. 

De todas formas, el partido comenzó bien para los locales. El dominio era absoluto y todo hacía prever una nueva noche mágica en la “Catedral”. Pero nada más lejos de la realidad. El dominio rojiblanco tan sólo duro quince minutos, lo que tardó Gurpegui en hacer el penalti sobre Vives. En central rojiblanco que tras robarle el balón a Quagliarella en el área, se le marcho largo el control y con tan mala fortuna que al estirar la pierna e intentar despejarlo, impactó con Vives que caía al suelo. El encargado de transformarlo iba a ser Fabio Quagliarella que le pegó fuerte a la derecha de Herrerín, que a punto estuvo de sacar la pelota, pero el agua y la violencia del golpeo evitaron que el guardameta local detuviese la pena máxima. 


Tras la primera cornada del “toro”, el Athletic empezó a verle las orejas al lobo y se veía en la necesidad de apretar e ir a por un gol que les diera el pase a octavos. Ese tanto llegaría al filo del descanso. En el 44, Iraola aprovechaba un buen centro de Beñat para en una baldosa pinchar el balón y picarlo sutilmente por encima del guardameta italiano que poco pudo hacer. Este gol permitía a los “leones” ponerse por delante en la eliminatoria. 


Tres minutos le iba a durar esa alegría a los locales. Lo que tardó Maxi López, verdugo de los rojiblancos en la ida, en asestar una nueva cornada. Tras un buen centro medido desde la izquierda, el delantero argentino iba a cabecear a las mallas y a enmudecer San Mamés. 


La segunda parte arrancaba con un Athletic marcado por la necesidad de hacer un gol que les permitiese forzar la prórroga. El asedio en los primeros quince minutos del segundo periodo fue de órdago. El primer aviso lo daba Iñaki Williams, que tuvo que entrar al terreno de juego en la primera mitad en sustitución del lesionado Gurpegui. Tras un centro desde la derecha, el delantero rojiblanco remataba picado un balón que se estrellaba en el palo, despertando aún más a una afición que no paraba de animar. 

En medio de este arreón llegó el empate. Muniaín, eléctrico todo el partido, se marchó de dos rivales y le sirvió un balón entre líneas a De Marcos que fusiló a Padelli. El de Laguardia daba esperanzas a un Athletic que se veía ya ganador. Grave error. 


La historia se iba a repetir. El Athletic como si hubiera marcado el gol de la victoria, se encerró atrás ante la salida en tromba del Torino. Lo iba a conseguir seis minutos después del tanto de Óscar De Marcos. El Kaddouri, tras una buena jugada por banda izquierda, sirvió un balón al segundo palo para que Darmian con el interior cruzase a la perfección el balón haciendo inútil la estirada de un Herrerín. Nada pudo hacer el guardameta rojiblanco, que anteriormente, había sacado un balón a Maxi López que era medio gol. 

El gol del lateral italiano iba a dar por finalizado el partido puesto que el golpe moral del mismo y el bajón físico iban a hacer mella en un Athletic que tendrá que aferrarse a la Copa del Rey y a la Liga. 


Con esta victoria merecida, el equipo italiano estará mañana en el sorteo de los cuartos de final de la Europa League.


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